Ir al contenido principal

Comentario 30

Suicidas
De entre todos los enterados que nos dan lecciones a los analfabetos de la vida, los que más me fastidian son los profetas a posteriori, los ungidos con la razón pura, los apóstoles del ya te lo dije. Les conozco bien porque hasta hace nada yo era una de ellos. Me pasaba media vida juzgando y sentenciando comportamientos ajenos y la otra media haciendo lo contrario, porque una de las prerrogativas del sabelotodo es estar exento del cumplimiento de lo que pontifica, que para eso está en posesión de la verdad absoluta. Otra es ilustrar al común de los mortales acerca de por qué suceden las cosas cuando ya han sucedido y de cómo se podían haber evitado bajo su docto criterio. Qué hartura.
El otro día se mató una niña de 14 años en el mismo barrio donde fui una adolescente rara y sufriente, como casi todos a ratos. Mi paisana se tiró por el balcón una mañana antes de ir al colegio, donde, dicen ahora, era sometida a acoso y derribo por sus iguales sin que sus padres tuvieran la menor idea al respecto. Al punto surgieron escandalizadas voces sobre cómo es posible que unos padres no detectaran señales de alarma en su cría. Que si los móviles, que si las redes, que si la incomunicación en la familia. Y digo yo: ¿qué sabe nadie qué le hace a alguien la vida insufrible? Si no sabemos qué se la hacía a Avicii, el multimillonario músico sueco que se sajó las venas con la misma botella que le tenía el páncreas deshecho por su insatisfacción interna, ¿cómo vamos a saber por qué quiere dejar de vivir alguien que aún no ha empezado? Hasta hace nada, antes de que la vida y las muertes me bajaran los humos, yo misma hubiera despachado a Avicii como un harto de éxito y dado un tutorial a los iletrados sobre cómo evitar el suicidio de un niño. No hace tanto, habría sentado cátedra con tonito de yo ya lo dije. Hoy solo puedo despedir a los difuntos y rogar para que no suceda nada parecido demasiado cerca. Luz Sánchez Mellado, El País, 3/05/2018.

Entradas populares de este blog

Comentarios del control

Un comentario de "Veneno" cuya resolución encuentro adecuada, disponible en la página de Quique Castillo . Únicamente, cabe señalar que  resumen es demasiado largo (la letra de imprenta ocupa mucho menos); además, añadiría una reflexión sobre la importancia del aspecto literario en el texto, que explica en buena medida la analogía como principal procedimiento argumental. Sobre "Quiero hablarles de la verdad", de Milagros Pérez Oliva. Resumen: Que se publiquen tantas versiones de un hecho solo es una práctica de desinformación. Los lectores pueden comprobar la existencia de diferentes versiones de una misma noticia, y ello les lleva al escepticismo. El caso es que hay tal saturación de información, que los periódicos se ven obligados a interpretar, pero no se debe dejar de lado, en ningún caso, la demostración. Así, los periodistas están obligados a demostrar cómo han llegado a su versión de los hechos. Tema: El debate actual sobre periodismo de interpretación...

Comentario 27 (100% EBAU)

Ternura Sé de gente que mataría por llevar razón. Hay otros rasgos de carácter que se pueden corregir a lo largo de la vida, pero quitarse de llevar razón es como quitarse de la heroína: se puede, aunque con mucho sacrificio. Si vienes al mundo con ese declive, mueres con él. Te mueres llevando la razón, te incineran llevando la razón, llegas al infierno llevando la razón. Jamás discutas con personas necesitadas de llevar la razón. No conduce a nada, solo a la infelicidad. En las discusiones políticas es donde mejor se las distingue. Llevar razón constituye un modo de tapar heridas ancestrales, abandonos remotos. Llevar razón es una forma de vengarse. Si llevas razón, tu nacimiento no fue un error, tus padres te quisieron , la infancia triste y la perra juventud valieron la pena. El mundo ya no te debe nada, en fin. Si llevas razón, no necesitas ser sutil ni inteligente ni educado . Llevar razón te coloca por encima del bien y del mal. La frase “hablar cargado de razón”, pese a su na...

Texto para comentario individual 6

ADICCIONES Hace algunas semanas, cuando cruzaba por uno de los puentes de la ciudad de Chicago, tuve una visión tenebrosa de mi adolescencia. Había dos jóvenes delgadísimas con la mirada perdida caminando a pocos metros. Sus rostros huesudos y su pelo grasiento emanaban la decadencia corrosiva de la heroína. Estaban en la flor de la vida, pero se habían transformado en espectros que vagaban sin rumbo. No eran todavía los días gélidos del invierno, pero hacía frío y ellas iban con camisetas y sandalias. Su desesperada adicción se había apoderado de todas las sensaciones de su cuerpo. En la España de mi juventud, vi cómo los dedos afilados de la heroína entraban en los institutos y secuestraban personas sin hacer. Vi a varios de los compañeros del nocturno ponerse nerviosos buscándose una vena en el cuello. Era buena gente, pero la heroína se los llevó contra las rocas y los despedazó. Como el espejismo malvado de los piratas que encendían hogueras en las orillas del mar para sim...