Ir al contenido principal

¿Por qué? Esquema de resolución

1. Resumen: En el Museo del Prado, el autor se pregunta si los numerosos turistas orientales comprenden lo que ven en las pinturas, de la misma manera que duda de si un europeo entendería unas acuarelas japonesas. Es más, afirma que ni nosotros somos capaces, y para demostrarlo, nos ofrece una charla entre un padre y su hija frente a un cuadro de Durero.

2. Tema: el arte y su comprensión. Tesis (explícita): "Allí me encuentro con la prueba de que tampoco nosotros entendemos ya estas escenas". Argumentos: básicamente, uno de experiencia (la visita al Museo), en dos partes: la primera, analógica o comparativa, en el primer párrafo (¿Qué comprenden los orientales? ¿Qué nos ocurriría a nosotros en un museo asiático?); la segunda, un ejemplo (la charla entre el padre y la hija).

3. Rasgos: IRONÍA (nube, enjambre... [que son metáforas] y su comparación de los grupos; comprenden el Jardín de las delicias, porque gente haciendo chifladuras la hay por todas partes; leyendas cristianas, la mayoría sangrientas... La inocencia, [estos señores que van sin ropa... Por qué comen una manzana], primero, el escepticismo, luego, de la niña, y después su estupefacción ante las respuestas disparatadas del padre). Y la traca final, "me voy con los mongoles". Es una ironía suave, que sirve para poner de relieve nuestra ignorancia aunque nos creamos superiores.
Otras: tiempos verbales (presente histórico -valor actualizador). Adjetivación escasísima y connotativa (sangrientas, monumentales), para aligerar el texto y darle mayor vivacidad, a lo que también sirve el diálogo. Marco formal entre el título y su repetición casi al final del texto, para cerrarlo con elegancia.

4. Opinión [¿Por qué no lo entendemos ya? ¿Es bueno? ¿Se entendía antes? 

Si sale con barbas, San Antón; si no, la Purísima Concepción].


Entradas populares de este blog

Comentarios del control

Un comentario de "Veneno" cuya resolución encuentro adecuada, disponible en la página de Quique Castillo . Únicamente, cabe señalar que  resumen es demasiado largo (la letra de imprenta ocupa mucho menos); además, añadiría una reflexión sobre la importancia del aspecto literario en el texto, que explica en buena medida la analogía como principal procedimiento argumental. Sobre "Quiero hablarles de la verdad", de Milagros Pérez Oliva. Resumen: Que se publiquen tantas versiones de un hecho solo es una práctica de desinformación. Los lectores pueden comprobar la existencia de diferentes versiones de una misma noticia, y ello les lleva al escepticismo. El caso es que hay tal saturación de información, que los periódicos se ven obligados a interpretar, pero no se debe dejar de lado, en ningún caso, la demostración. Así, los periodistas están obligados a demostrar cómo han llegado a su versión de los hechos. Tema: El debate actual sobre periodismo de interpretación...

Comentario 27 (100% EBAU)

Ternura Sé de gente que mataría por llevar razón. Hay otros rasgos de carácter que se pueden corregir a lo largo de la vida, pero quitarse de llevar razón es como quitarse de la heroína: se puede, aunque con mucho sacrificio. Si vienes al mundo con ese declive, mueres con él. Te mueres llevando la razón, te incineran llevando la razón, llegas al infierno llevando la razón. Jamás discutas con personas necesitadas de llevar la razón. No conduce a nada, solo a la infelicidad. En las discusiones políticas es donde mejor se las distingue. Llevar razón constituye un modo de tapar heridas ancestrales, abandonos remotos. Llevar razón es una forma de vengarse. Si llevas razón, tu nacimiento no fue un error, tus padres te quisieron , la infancia triste y la perra juventud valieron la pena. El mundo ya no te debe nada, en fin. Si llevas razón, no necesitas ser sutil ni inteligente ni educado . Llevar razón te coloca por encima del bien y del mal. La frase “hablar cargado de razón”, pese a su na...

Texto para comentario individual 6

ADICCIONES Hace algunas semanas, cuando cruzaba por uno de los puentes de la ciudad de Chicago, tuve una visión tenebrosa de mi adolescencia. Había dos jóvenes delgadísimas con la mirada perdida caminando a pocos metros. Sus rostros huesudos y su pelo grasiento emanaban la decadencia corrosiva de la heroína. Estaban en la flor de la vida, pero se habían transformado en espectros que vagaban sin rumbo. No eran todavía los días gélidos del invierno, pero hacía frío y ellas iban con camisetas y sandalias. Su desesperada adicción se había apoderado de todas las sensaciones de su cuerpo. En la España de mi juventud, vi cómo los dedos afilados de la heroína entraban en los institutos y secuestraban personas sin hacer. Vi a varios de los compañeros del nocturno ponerse nerviosos buscándose una vena en el cuello. Era buena gente, pero la heroína se los llevó contra las rocas y los despedazó. Como el espejismo malvado de los piratas que encendían hogueras en las orillas del mar para sim...